Posee la iglesia un origen medieval, posiblemente del siglo XIII a juzgar por la cubierta apuntada gótica y los apoyos osbre los que descansan sus fajones, ménsulas bilobuladas, aunque posteriormente sufrió reformas en el siglo XVI cuando se le añaden varias capillas laterales (entre ellas la que servirá de ingreso al templo, obra de Alonso Larrea, cantero de Sangüesa que también ejecutó la sacristía y las escaleras del coro y torre, tasadas en 904 ducados) y más recientemente una restauración en 1907 que le confirió el aspecto definitivo.
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